Cedibilidad, fidelidad a la verdad, honestidad, son adjetivos que tienen que caracterizar obligatoriamente la labor profesional de todo periodista. Objetividad y precisión, ceñirse a los hechos. Los profesores de la carrera periodística no se cansan de repetir frases como éstas a sus alumnos.
El precio de la verdad es un film dirigido por Billy Ray (2003) que cuenta la historia de un periodista admirado, que de un momento a otro ve cómo su brillante carrera vinculada a las ciencias de la información se hunde por la invención de ciertos artículos que nada tenáin que ver con la realidad.
Hayden Christensen protagoniza esta interesante historia dando vida al joven Stephen Glass, periodista brillante, al que le llueven las ofertas de trabajo, hasta que su mente imaginativa invade su trabajo, sus artículos, y finalmente acaba con su reputación y es despedido.
Destaca el hecho de que es una película basada en un hecho real, y que los vaivenes profesionales que Christensen interpreta son en realidad reflejo de la vida de un periodista norteamericano que años atrás vivió la historia que se cuenta en el film, y que finalmente, tuvo suerte y consiguió aprovechar la "mala reputación" para conseguir fama y dinero.
Toda una historia, desdes luego, que ha servido de base para el contenido de numerosos post en la blogosfera (Espacio Filmica, Shattered Glass, etc).
Con un contenido moralizante este film consiguió penetrar en las capas más incrédulas de la sociedad, y sobre todo de aquéllos que de un modo u otro noo vinculamos con el Periodismo, con sus ventajas y sus inconvenientes, y sobre todo con la esencia de la carrera: buscar siempre la verdad y ser honestos con el ciudadano.
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